Ni a picaro descalzo, ni a hombre callado, ni a mujer barbada, no les des posada
"Ni a picaro descalzo, ni a hombre callado, ni a mujer barbada, no les des posada"
Nos advierte del riesgo que corremos aceptando en nuestra casa a las personas con los rasgos mencionados: al primero por que, obviamente, carece de medios para subsistir y no nos va a suponer nada más que un coste; al segundo porque no sabemos qué esconde; y a la tercera por lo poco agradable que resulta a la vista.
Tipo de paremia:
Referencia:
Diccionario de refranes, José Mª Sbarbi (corregido por Manuel José García), 1922